La Máscara

Se dice que la gente se esconde tras una máscara, es una máscara ficticia, para esconder las verdaderas intenciones, las verdaderas emociones, o solamente para aparentar algo que no eres.
Muchas veces esa máscara es el comportamiento ante una injusticia, nos ponemos la de la indiferencia, pero la peor máscara en esas situaciones es la de sumisión, o la de culpa propia sin ser de verdad el culpable de esas situaciones.
No es lógico echarte la culpa de una situación que no has elegido, que no has buscado y mucho menos que no has deseado en ningun momento, las situaciones muchas veces se te presentan sin quererlas, y lo único que puedes hacer es afrontarlas, no esconderte detrás de esa máscara.
En las menores ocasiones, nos ponemos la máscara de la valentía, esa en la que debajo de una pose o de una actitud valiente, estamos temblando de miedo, y casi con las lágrimas a flor de piel, pero son momentos en los que debemos ser valientes, luchar por nuestros ideales, y defender lo que somos, y lo que queremos ser, no bajar la cabeza y ser o decir lo que la gente quiere, porque eso funciona durante un tiempo, luego vuelves la mirada atrás y ver lo que llegaste a hacer puede que no te guste.
Las máscaras por desgracia están muy extendidas en esta sociedad, muchas veces nunca ves la verdadera cara de las personas, y si las ves, seguramente no tenga nada que ver con la persona que tu creias tener enfrente.
Yo estoy orgulloso de, creo y pienso, no llevar una máscara ante nadie, la gente que me conoce es la que puede juzgar eso, pero siempre he dicho la verdad y la he llevado como escudo y bandera, y si he cometido un error, lo admito y lo asumo, aunque todo el mundo llevamos una máscara en algunos momentos de nuestras vidas.