Lagrimas en el cielo

Vuelve a ese lugar que siempre será el nuestro.
Me siento a contemplar las estrellas, pensando que tu allí donde estés haras lo mismo.
Una a una empiezan a caer al son de las lagrimas que recorren mis mejillas.
El cielo está llorando por ver que estoy solo en ese lugar donde tantas otras veces estuvimos los dos.
Casi no quedan estrellas a las que mirar, y casi no quedan lagrimas que llorar.
El cielo al fin se ha oscurecido, ni una estrella hay ya para contemplar, ya solo queda la luna son un brillo singular.
En ella veo un reflejo, me esfuerzo por adivinarlo, ahora lo veo claro, es tu rostro llorando.
Llora sin parar porque piensa, que ahora ya no tiene estrellas a las que mirar, llora porque ahora nada hay que le haga recordar.
Pues bajo aquel cielo estrellado la historia dio lugar y ahora sin las estrellas brillando, la oscuridad a los dos nos va acechando